“No tengo una pizca de vergüenza”: Psicóloga responde a críticas por vender carne asada en la calle
|“Así fue como conseguí pagar una facultad por 5 años y hoy estoy formada en psicología (…) Fue en esta banca que junté dinero para pagar mis estudios, mi transporte y mi alimentación”, comentó Etianny Waughan (Brasil) en sus redes, tras ser humillada por dos mujeres que la vieron limpiando su puesto.
Tal como varios de nosotros nacimos rodeados de privilegios y fortuna, lo que nos ha ayudado a alcanzar nuestros objetivos y cumplir nuestros sueños, también hay gente que ha tenido que esforzarse bastante más y tomar el camino largo para lograr esos objetivos.
Pero el hecho de sobrepasar ese escenario de complicaciones también trae una sabrosa sensación de tranquilidad y orgullo, la que es imposible de borrar por mucho que los demás quieran.
Dicho esto, una psicóloga brasileña se encargó de taparle respetuosamente la boca a una serie de personas que la criticaron por vender comida en la calle para complementar su sueldo, y quienes se dieron una licencia insólita para hablar de su vida sin saber nada en absoluto.
Etianny Waughan es oriunda de Manaos, ciudad en medio del Amazonas, y además de trabajar en salud mental se instala todos los días a vender churrasco —carne asada— en una esquina de la ciudad.
sol limpiando su puesto de carne asada cuando, de repente, dos mujeres que pasaron por su lado hicieron una serie de comentarios al aire. Una dijo: “Pobrecilla, con este sol caliente y limpiando eso”, mientras que la otra le comentó, en un tono injustificable: “Quién la mandó a no estudiar”.
Al escuchar esto, Etianny supo que contaría su caso y que si bien no alcanzó a responder directamente a las mujeres, lo haría mediante una clara y concisa publicación para sus seguidores.
“[Me dijeron eso] sin saber que así fue como conseguí pagar una facultad por 5 años, que hoy estoy formada en psicología. Fue en esta banca que junté dinero para pagar mis estudios, mi transporte y mi alimentación para la facultad y mi pasantía”.
A su vez, la mujer cuenta que su madre siempre la ayudó bastante y le agradece mucho su colaboración, pero que igualmente debió luchar bastante para “poder tener todo lo que tengo”. Por lo mismo, dice no tener “ni una pizca de vergüenza” de su negocio de churrasco.
Su publicación, sincera y potente, trascendió en las redes sociales y Etianny se ganó el respeto y la admiración de muchas personas gracias a sus esfuerzos.
Y no fue lo único, ya que, gracias a la notoriedad de su caso, la mujer acudió dos días después a las redes sociales para agradecer el alza en su clientela: el puesto se llenó de gente que quería probar la carne o simplemente darle unas palabras de ánimo.
Porque así es como hay que encarar la vida, señoras y señores: con humildad, perseverancia y agradecimiento. ¡Felicitaciones a Etianny!